miércoles, 7 de marzo de 2012

Descartando metastasis y preparando la quimio

Pasaron casi 2 semanas entre mi visita a la oncóloga y que empezara la quimio, pase algunos días buenos, pero otros, como el día que me hicieron la analítica y el TAC me harte de llorar, a primera hora, mientras esperaba vi a una sra. con una vía cogida en la mano y un chisme que hacía 4 veces una pieza de tente, daba impresión verla, yo no le conocía de nada pero le pregunte si aquello era un PICC, me dijo que no. Aquello era tan grande que le podían enchufar mínimo 4 tubos al mismo tiempo. Salí llorando de allí, llore toda la mañana. Me acuerdo que habíamos comprado un toldo para poner en el jardín y que hubiera sombra para que yo pudiera estar fuera sin que me diera el sol, íbamos a pintar la caseta en la que se sujetaba el toldo, yo pintaba y lloraba, pintaba y lloraba, ¿porqué mierda tengo que pasar por esto? me preguntaba, yo que siempre he hecho una alimentación muy sana, me he hartado de fruta y de verdura y he intentado cuidarme, ¿porqué tengo un cáncer?, si a mi lo que siempre me ha preocupado es que Marc fuma mucho y fuera él el que tuviera un cáncer. ¡Que absurdo!, ¡que burla del destino!.
Ese día fue nefasto, también fue el del TAC, a mi me habían hecho hace años un TAC por un accidente que tuve de adolescente con la moto. Entonces me metieron en un tubo y solo tuve que estarme quieta un rato, yo esperaba lo mismo.
Había llorado y requetellorado, tenía el TAC a última hora de la mañana, ya estaba más serena, parecía que no podía llorar más.
Cuando me llamaron para la prueba me acosté en la camilla y pusieron la máquina en marcha. Eso era lo que yo esperaba, lo que no esperaba es que al minuto salió la técnica y me explico que me tenían que pinchar para un contraste, que notaría una sensación de calor que bajaba hasta los genitales y que aunque podía tener la impresión de que me había hecho pipí, no sería así, era la sensación del contraste. Yo no me esperaba aquello, otra vez pinchada, otra vez conectada a un tubo, otra vez sintiéndome manipulada y físicamente jodida. Llore mientras me pinchaban, la enfermera intento consolarme, el contraste no duele pero fue inesperado y desagradable.
Volví a salir del hospital llorando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario