martes, 17 de abril de 2012

Actualizando

Hola lectores y lectoras.
Hace algo más de un mes he interrumpido el blog, coincidió con que volví al trabajo, también con la muerte de mi abuelo. Las dos cosas me sacaron de la rutina de convaleciente.
De repente volví a a  tener muy poco tiempo y ha medida que pasaban los días, aunque era consciente de que había abandonado el blog, más pereza me daba volver a retomarlo.
Esto tiene que ver con dos cosas: por un lado soy muy perezosa para esto de las redes sociales y al tener menos tiempo, en mis ratos de ocio se me ocurrían otras cosas mejores que hacer que actualizar el blog.
Por otro lado, y es la razón más importante, aunque me costo reincorporarme a la rutina del trabajo, los primeros días me sentía muy cansada y muy extraña (como si la realidad de ser una enferma de cáncer y todo el sufrimiento y las experiencias de los meses pasados fueran completamente ajenos a la realidad de ser una "madre de familia que trabaja fuera de casa"), volví a la rueda del día a día y, dejándome llevar por el "piloto automático" de tantos años trabajando dentro y fuera de casa, me adapte rápido, hasta el punto de que poco más de un mes más tarde hay días que no me acuerdo de todos estos sinsabores.
Por supuesto hay excepciones, las revisiones son una de ellas, estos días vuelvo a hacerme los controles, en esta ocasión la peremne analítica y una colono antes de la visita a la oncóloga.
Se me remueve todo, me espanto, me da miedo tener una recaída y tener que volver a pasar por lo mismo. A ratos estoy pesimista y seguro que estoy más irritable, en fin, lo que toca.
Me cuesta hablar de ello tanto como me invade, tampoco es cuestión de dar la brasa continuamente a los que tienes alrededor, así que de nuevo "contención, contención y contención".
Este segunda razón, el tener fuera de la conciencia la realidad pasada del cáncer y su posible amenaza futura, es lo que más motiva que no tenga ganas de seguir con el blog. Me disocio y vivo como si eso no hubiera pasado o no fuera a pasar, no es algo voluntario, me sale así, supongo que es una manera de defenderse, no  puedo tener constantemente una amenaza en la cabeza, me bloquearía.
Así que no es que haya decidido no escribir más, pero tampoco sé si lo voy a hacer, improvisare.
Gracias a todos y a todas por acompañarme hasta ahora. Valoro vuestro interés, vuestros ánimos y vuestros comentarios. Me han ayudado a procesar toda esta experiencia  tan dura.
Y como las buenas noticias son tan importantes como las malas, quiero compartir con todos que la colonoscopia de ayer fue muy bien y que parece que hasta dentro de unos meses no tendré que volver a preocuparme.
Animo para los que estéis en el proceso del cáncer, o de otra enfermedad grave, es muy duro pero se puede salir adelante.
Y para todos, y me permito ponerme un poco lacrimógena,  recordad que lo importante es disfrutar del día a día, de las pequeñas cosas, de nuestras parejas, hijos, familia y amigos,  de la rutina, e intentar reirnos de todo lo que podamos, nosotros mismos incluidos porque el futuro no lo conocemos, no sabemos qué nos depara y por si acaso, más vale que aprovechemos el presente.
Gracias de nuevo.
También me podéis encontrar en :
edsalsench@hotmail.com

viernes, 9 de marzo de 2012

Tomando decisiones

Cada vez tenía más claro que no quería el PICC, un buen amigo tenía muy cercana la experiencia de su esposa, me lo desaconsejo porque a ella le había ido mal y era incomodo en varios sentidos. Fui preguntando a mi hermana y a las médicos conocidas del trabajo, nadie sabía decirme si claramente me convenía más el PICC o el porthacad que implica el paso por el quirófano.
Yo quería poder bañarme durante el verano con los niños, ducharme con normalidad, que no se me viera el vendaje que protege el PICC en el brazo, quería poder lijando y pintando lo que implicaba polvo y sudor y además, yo no aguanto las vías, todavía me dolía cuando me presionaba la vena en la que había tenido la flebitis, ¿cómo iba a aguantar una vía en el brazo derecho durante 6 meses?.
Así que llegado el día de hablar con la oncóloga ya lo había decidido, pasaría otra vez por quirófano pero yo quería un porthacad, aunque no sabía cuanto tiempo lo tenía que llevar una vez puesto.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Descartando metastasis y preparando la quimio

Pasaron casi 2 semanas entre mi visita a la oncóloga y que empezara la quimio, pase algunos días buenos, pero otros, como el día que me hicieron la analítica y el TAC me harte de llorar, a primera hora, mientras esperaba vi a una sra. con una vía cogida en la mano y un chisme que hacía 4 veces una pieza de tente, daba impresión verla, yo no le conocía de nada pero le pregunte si aquello era un PICC, me dijo que no. Aquello era tan grande que le podían enchufar mínimo 4 tubos al mismo tiempo. Salí llorando de allí, llore toda la mañana. Me acuerdo que habíamos comprado un toldo para poner en el jardín y que hubiera sombra para que yo pudiera estar fuera sin que me diera el sol, íbamos a pintar la caseta en la que se sujetaba el toldo, yo pintaba y lloraba, pintaba y lloraba, ¿porqué mierda tengo que pasar por esto? me preguntaba, yo que siempre he hecho una alimentación muy sana, me he hartado de fruta y de verdura y he intentado cuidarme, ¿porqué tengo un cáncer?, si a mi lo que siempre me ha preocupado es que Marc fuma mucho y fuera él el que tuviera un cáncer. ¡Que absurdo!, ¡que burla del destino!.
Ese día fue nefasto, también fue el del TAC, a mi me habían hecho hace años un TAC por un accidente que tuve de adolescente con la moto. Entonces me metieron en un tubo y solo tuve que estarme quieta un rato, yo esperaba lo mismo.
Había llorado y requetellorado, tenía el TAC a última hora de la mañana, ya estaba más serena, parecía que no podía llorar más.
Cuando me llamaron para la prueba me acosté en la camilla y pusieron la máquina en marcha. Eso era lo que yo esperaba, lo que no esperaba es que al minuto salió la técnica y me explico que me tenían que pinchar para un contraste, que notaría una sensación de calor que bajaba hasta los genitales y que aunque podía tener la impresión de que me había hecho pipí, no sería así, era la sensación del contraste. Yo no me esperaba aquello, otra vez pinchada, otra vez conectada a un tubo, otra vez sintiéndome manipulada y físicamente jodida. Llore mientras me pinchaban, la enfermera intento consolarme, el contraste no duele pero fue inesperado y desagradable.
Volví a salir del hospital llorando.

lunes, 5 de marzo de 2012

El pelo y el cáncer

Me burlo de la suerte de que no se me caiga el pelo pero sé que la tengo, imagino que es un palo ir calvo por el mundo y tener que usar pelucas o pañuelos. Supongo que afecta mucho a la autoimagen, en especial a las mujeres y cuando tienes cáncer lo que quieres (al menos yo) es tener un aspecto normal, no parecer una enferma, hacer una vida lo más normal dentro de lo anormal en lo que tu vida se ha convertido. Así que estoy contenta de que no se me vaya a caer el pelo y también lo estoy de haber pedido y que me hayan puesto un porthacad en lugar de un PICC, porque el porthacad lo puedes disimular debajo de la ropa y con el PICC (recordad que yo empecé toda esta historia el 30 de Junio) te queda una pieza? fuera del brazo y lo tienes que llevar constantemente tapado y vendado, con esas vendas cilíndricas elásticas de rejilla, esto en pleno verano, cuando llevas tirantes o mangas cortas. No quiero parecer una enferma aunque tenga unas ojeras de caballo porque sigo durmiendo mal  y el color de la piel cada vez más amarillo.

viernes, 2 de marzo de 2012

El sexo y el cáncer

Lo de follar con el cáncer es un poco delicado, directamente, no follas, estas cansado, no te encuentras bien, te duelen las heridas y las cicatrices, y cuando te pones empiezas a decir: "cuidado con el porthacad", "no me toques ahí que me duele",... si lo hemos intentado (que muchas veces he preferido no intentarlo) ha sido con la segunda puesta y hasta que Marc me tocara la cabeza y metiera sus dedos entre mi pelo, cosa que siempre me ha encantado, me dolía.
Vaya, esto de la quimio es un chollo, te jode todas las mucosas, también los epitelios,  todas las zonas donde el crecimiento de las células es rápido (como las cancerígenas), así que he llegado a tener al mismo tiempo las plantas de las manos y de los pies hinchadas, los pies hasta llegar a no poder andar, hongos en la boca, hongos en la garganta y hongos en la vagina. No sé si el cuero cabelludo también entra a formar parte de los epitelios pero antes me encantaba que Marc me tocara la cabeza   y ahora me duele hasta cuando yo me paso los dedos por el cabello, que por cierto apenas me crece y se me cae a "puñaos", pero, ¡oh, que afortunada!, por lo visto no se me va a caer, no todo al menos.

jueves, 1 de marzo de 2012

La médico de cabecera

Y hablando de mi médico de cabecera, antes de que se fuera de vacaciones fuí a verla, ella ya me había dado una fecha prevista de alta, a finales de Junio, no sabía ni lo de la biopsia ni lo de oncología, esta vez no llore mientras se lo contaba, aunque no niego que estaba labil y se me llenaban los ojos de lagrimas. Ella me escucho y en algún momento dijo: "bueno, son 4 días mal y luego a vivir la vida", seguro que no lo dijo con mala intención, siemptre ha sido atenta conmigo, hace muchos años que es mi médica de cabecera.
A mi me cayo fatal su comentario, yo no quería estar 4 días mal y luego a vivir la vida, yo quería seguir con mi vida normal. Llego incluso a explicarme que hay gente que trabaja haciendo quimio, igual ellos son supermanes y yo soy una piltrafa, pero con la quimio he estado mal mientras la llevaba y luego he estado mal (pero muy mal) con los putos efectos secundarios, a lo mejor de cada 14 dias he tenido 3 buenos, justo antes de que me volvieran a joder con la siguiente sesión.
Yo no quiero tener "4 días mal y luego a vivir la vida", yo quiero mi vida, la de antes, en la que me encontraba bien, trabajaba, me hacia cargo de mi casa y de mis niños, follaba con Marc, dormia por las noches y disfrutaba de todo lo que podía.

martes, 28 de febrero de 2012

Cáncer y burocracia

Para colmo los del INSS me habían mandado una carta en la  que decían que tenían que revisar mi baja y necesitaban un informe del especialista, con el diagnóstico y el tiempo previsto de baja. En el hospital tu puedes pedir el informe pero no sabes cuando te lo van a hacer. Los del INSS me daban 2 semanas.
Lo que me faltaba era tener que preocuparme por esos temas.
Total que una mañana cogí todos mis papeles con sus respectivas copias y me plante en el INSS, me atendieron rápido, explique mi situación, no tenía el informe que pedían ni podía presionar para que se dieran prisa, la alternativa, mi médico de cabecera no era buena porque estaba de vacaciones.
Me preguntaron si no tenía ningún papel donde figurara mi diagnóstico, como sí lo tenía lo deje allí con copias de absolutamente todo, "¿me puedo ir tranquila?", sí, me dijo la señora que me atendió.
Con todo, unas semanas más tarde, cuando tuve el informe lo mande por fax desde correos para tener un resguardo.
No quería ni pensar en tener que preocuparme por el dinero además de en todo lo que me estaba pasando.

jueves, 23 de febrero de 2012

La primera visita en el Hospital de Día de Oncología

A mi lo de la vía periférica, visto mis "casifobias" a las vías, no me hizo ninguna gracia, ¿qué opción había?, un porthacad, pero había que pasar por quirófano o tener que pasar cada dos semanas, las 48 horas del tratamiento hospitalizada. Esta 1ª visita con la oncóloga igual duro 20 minutos. En 20 minutos te cambia la vida, pasas a tener un cáncer franco y declarado, a pensar que puedes tener metástasis, a saber que vas a estar jodida, jodida, a ver que no vas a poder hacer tus planes y a sentirte una desgraciada, y por tocar ¿no me podía tocar la lotería en lugar de esta jodienda?.
En el Hospital de Día de Oncología me atendieron deprisa, en los 2 sentidos, una enfermera un tanto desbordada me explico lo del PICC, que se hacía sin anestesia, que solo notabas el pinchazo y no sé que cosa que te abre la vena (¡puaj!), que te monitorizan y ellas (lo ponen las enfermeras) van de quirófano. Me alertaron por los problemas que podría darme aunque apenas eran probables y que ventajas tenía, entre ellas evitar que uno de los tratamientos, el oxaliplatino,  tocara el interior de la vena porque dolía mucho y acababa quemándolas por dentro. Me pondrían el PICC en un par de semanas e inmediatamente la quimio.
Me fui de allí con 4 visitas, ¡vaya agenda por Dios!, si no doy abasto, y para colmo también tenía visitas con mi médico de cabecera y el cirujano.

martes, 21 de febrero de 2012

La primera visita en oncología

¿Qué decir del sueño?, otra  vez insomne, y acojonada y alucinada e incredula.
Al día siguiente me llamaron a las 10 de la mañana, a las 12 estaba visitandome con la oncóloga.
Nuestro Servicio de Salud estará en crisis pero en mi caso la maquinaría ha funcionado como un reloj y yo no me puedo quejar ni un poquito.
Mi hermana médica pidio permiso para salir del trabajo y acompañarme, ella lo que quería era que me hicieran un estudio de extensión, que me miraran si había hecho metastasis.
Nos atendio la oncóloga: treintatantos, morena, cara de lista, melena corta y rizada, gafas modernas blancas y naranjas y aparato en los dientes.
Me explico que el polipo era tan grande que una parte había degenerado en tumor, el tipo de tumor se llamaba mucinoso y hacia moco ( a mi me tenía que pasar, mocosa desde niña, con los bolsillos de las batas del cole siempre llenos de pañuelos moqueros de mi padre, cuando aun no habían inventado los kleenex), que tendía a extenderse más que otros y que de hecho ya lo había hecho a algunos ganglios. Me pregtunto por mis antecedentes y la historía de mi enfermedad. Me explico que tenía que ponerme en tratamiento, que era muy joven y tenía mucho riesgo de repetir o de hacer metastasis si no lo hacía y que con todo no podiamos descartar que las hubiera con lo cual me tenía que pedir un TAC para descartar, con eso mi hermana se relajo, eso era lo que ella quería.
Yo intentaba procesar todo aquello, el tratamiento duraría 6 meses y me poncrían 12 sesiones de quimio cada 2 semanas, el sistema inmunitario se deprimiria pero se recuperaría de forma natural.
La quimio me la pondrían en el Hospital de Día de Oncologia (HDO) y me pondrían el tratamiento a traves de una vía que me iban a meter por una vena del brazo hasta el corazón, una vía periferica le llaman ellos. La llevaría durante 6 meses, no me podrtía bañar y cuando me duchara tendría que taparla para que no se mojara, como cuando llevas una escayola. Además tampoco podría tomar el sol porque la quimio te fotosensibiliza.
Me pidio una analítica para ver los marcadores tumorales y supongo que el estado general, un TAC para descartar metastasis, además me mando inmediatamente al HDO para que me explicaran lo de la vía periferica o PICC y me dieran fecha para ponermela y me dio visita con ella para 2 semanas despues, el día antes de empezar la quimio.

domingo, 19 de febrero de 2012

La noticia

Cada vez estaba mejor, dormía mejor, había perdido unos quilos, tomaba el sol, descansaba, leía y me ocupaba de mi familia, tenía muy buen aspecto (salvo la barriga, pero no se veía), me había comprado esmaltes de colores y llevaba las uñas pintadas. Alguna vez quedaba con alguna amiga y los niños para tomar un helado y me decía lo bien que se me veía, yo contestaba que me sentaba bien no hacer nada, estaba tan bien que había hablado con mi médica de cabecera de reincorporarme al trabajo.
Pero aunque todos queremos creer que controlamos nuestra vida y que a nosotros y a nuestros seres queridos nunca les va a pasar nada malo porque eso solo les pasa a los ancianos y a los desconocidos y yo era la primera en querer creerlo, me dí de bruces con la realidad una mañana en la que me llamaron del hospital para adelantarme para el día siguiente la visita con el cirujano. Yo me acojoné pero  intente esquivar la amenaza implicita, eso es que el cirujano en Julio se va de vacaciones pensé, y por eso me adelantan la visita. Le pregunte a la telefonista: oye, ¿por qué me adelantáis la visita?, ¿se va el dr. de vacaciones?. No, contesto, es que ya ha llegado la biopsia. "¡Mierda, esto no me gusta nada!, pero...¿ no era que yo estaba tan bien y todo estaba tan limpio?".
Así que al día siguiente fui a ver a mi cirujano, que me explico que me iban a llamar de oncología porque la biopsia había salido mal, eso sí, saco su lado optimista y me explico  que a pesar de todo aquello tenía muy buen pronóstico. Igualmente nos veríamos para principios de Julio como estaba programado. Fue todo un detalle que mi cirujano me avisara,podrían haberme llamado directamente de oncología para citarme pero tuvieron el tacto de no hacerlo y yo se lo agradezco.

jueves, 16 de febrero de 2012

Para casa

Tardaron en darnos el informe de alta, ese día estaban liados, yo ya estaba requetevestida con un vaquero que me hacia daño cuando me sentaba porque la cintura, que siempre había sido inofensiva, de repente se me clavaba en la barriga que tenía hinchada por la intervención y llena de moratones por la heparina que me pinchaban cada día y que resulto que me tenía yo que seguir pinchando ya en casa.A mi  me daba igual, yo me iba para casa. Todo estaba casi acabado.
Mi cirujano, el optimista, nos había dicho que la operación había ido muy bien y había quedado todo muy limpio. ¡Que bien!, el miedo empezó a disiparse, solo mi hermana pequeña me preguntaba por la biopsia, yo le repetía lo que nos habían dicho, que tardaba algunos días pero que el cirujano optimista había dicho que todo había salido bien y que estaba limpia.
La recuperación fue pesada, no iba bien al baño (ni todavía voy) pero cada día estaba mejor, mi barriga estaba llena de morados y de puntos, a la semana me volvió a ver mi cirujano y como siempre optimista además de quitarme los puntos me dio hora de revisión para un mes y pico más tarde, yo le pregunte si me llamarían si la biopsia iba mal y él volvió a insistir en lo bien y en lo limpio que había quedado todo.
"Bueno, pues él sabrá, si me ve en más de un mes buena señal" pensaba yo.

domingo, 12 de febrero de 2012

El alta

Así que mi cirujano, el optimista, me había puesto la miel en los labios, "para casa" era lo que yo quería y eso que estaba en una habitación para mi sola (cosa para agradecer) y en general el personal de enfermería y limpieza todo mujeres, eran muy atentas y agradables, son ellas las que llevan todo el peso de la planta.
El tercer día empecé a comer, ya me habían quitado la sonda del pipí y podía ir al baño y moverme un poco mejor. Como empecé a hacer una flebitis en el brazo izquierdo donde tenía la vía me la quitaron, la enfermera quería ponérmela en la otra mano, yo la intente convencer para seguir con la medicación oral y ella se dejo. Otro alivio más aunque me dolía el brazo, la vena en concreto, y me siguió doliendo durante días.
Solo me quedaba la sonda de la herida, el 4º día paso el equipo de cirujanos, yo seguía en pijama pero había recogido todas mis cosas, esperaba que me dieran el alta, me preguntaron si había ido al baño. "Sí, varias veces", (era verdad aunque aquello solo era sangre),  me vieron muy dispuesta, pues !hala¡, a casa.  ! Que bién¡, solo me tenían que quitar la sonda, un punto que se había quedado suelto y darnos el informe de alta.
Yo veía salir la sonda de mi tripa pero no sabía donde estaba el extremo que había en mi interior, el otro extremo iba a una bolsa llena de líquidos y de sangre. Nunca pensé que que te quitaran la sonda fuera tan desagradable, solo tiran de ella. La note, estaba cerca del ano y la sensación muy inesperada para mi fue la de dolor (no mucho) y de un vacío que se hacia desde el ano hasta la barriga que te recorre por dentro. No me gusto nada. Ha sido uno de los recuerdos recurrentes que he tenido cuando me iba a la cama y el sueño, como un amante caprichoso, pasaba de mi y se iba con otra.

Lo operación

Lijando y pintando llego el día de la operación, la noche antes llevamos a los niños a dormir a casa de mis suegros, Marc y yo les habíamos dejado los niños con la ropa de los próximos días para el cole y una serie de instrucciones: a que hora entran y salen, que llevan de almuerzo, que día tienen que llevar el chandal...Los dejábamos muy tranquilos porque mis suegros los han cuidado de pequeños, los quieren un montón y siempre hacen lo que creen que es mejor para ellos.
Ingrese a medio día y me operaron por la tarde, en esta ocasión además de costarme despertar, la anestesia me sento mal y no hice más que tener nauseas y vómitos los 2 días siguientes. Como estaba recién operada llevaba una vía, una sonda para la herida y una sonda para el pipí. Además de sentirme un artefacto con tanto tubo lo pasaba fatal con las arcadas porque tenía que hacer fuerza con el abdomen para vomitar y tenía la herida, la de fuera y la de dentro (me habían quitado el trozo de intestino donde estaba localizado el pólipo) recién hechas con lo cual además de las nauseas con las arcadas me dolía la tripa. Tenía que medio incorporarme para vomitar y casi adopto a la palangana como a una miembro más de la familia, me costo separarme al tercer día de ella. Entre las enfermeras había de todo, las que insistían en que bebiera para tolerar líquidos y las que me decían que no bebiera porque me iba a sentar mal. Después de la operación tarde todo un día en tomarme un aquarius.
Pero todo pasa y esto también paso, empecé a estar mejor y a aceptar que vinieran a verme después de que los 2 primeros días Marc hiciera de guarda jurado y operador telefónico para evitar visitas.
El 2º día había venido el cirujano, me dijo que si toleraba líquidos al día siguiente me iba para casa, yo que andaba con mi aquarius, mi vía y mis 2 sondas y apenas me podía mover le mire con perplejidad y no supe que contestarle, cuando se lo conté a mi hermana mediana, lo tacho (al cirujano) de optimista por no decir otra cosa.
¿Qué les pasa a los cirujanos?, ¿están  tan acostumbrados a lidiar con la vida ajena que una paciente con nauseas, una vía y dos sondas les parece el colmo de la salud?. ¿Pueden trivializar el malestar ajeno hasta el punto de no ver lo que tienen delante de sus ojos?. Supongo que forma parte de su trabajo, no podrían hacerlo si tuvieran que estar pensando en el sufrimiento ajeno, acaban "haciendo callo". A mi, en el trabajo también me pasa, veo y escucho cosas muy duras y luego soy capaz de irme para casa y no pensar en nada de ello.

martes, 7 de febrero de 2012

Lo malo de anticipar

Esos días, antes de que me operaran, intente estar muy ocupada físicamente para echar el freno a esta imaginación desenfrenada que tengo, con la que a veces me divierto pero que a veces me traiciona.
Me divierto con anécdotas cotidianas como esta: un día Marc me dijo ¿sabes lo qué haría en la casa nueva (una casa que compramos hace un par de años y estamos reformando) si tuviera dinero?. "No, ¿qué harías?". Pondría nebulizadores en el jardín me contesto, y me dio una larga explicación técnica de lo mucho que baja la temperatura con los nebulizadores en el jardín y como eso también afecta a la casa y la refresca por dentro un montón de grados.
Marc es mucho más caluroso que yo, siempre tiene calor en verano y en invierno va en mangas de camisa, sé que con él me he ahorrado una pasta en jerseys.
Cuando me dijo lo de los nebulizadores me imagine a mi misma en la casa y saliendo  al jardín a desayunar con mi taza de café y la capucha de mi chubasquero puesta a un jardín nebulizado y refrescado en no me acuerdo cuantos muchísimos grados.
Lo malo era la parte de la imaginación con la que anticipaba las consecuencias y las complicaciones del diagnóstico que me habían dado.
Así que me iba a la casa nueva y me hartaba de lijar puertas y ventanas y luego pintarlas mientras pensaba en las vacaciones y me visualizaba, una vez terminado todo, yendo a la playa y a la piscina y tomando el sol mientras los niños se bañaban. Me sentía muy aliviada por no tener que ir a trabajar. Mi cabeza estaba en otras cosas.

sábado, 4 de febrero de 2012

Llora si lo necesitas

Así que ya tenía el diagnóstico y una fecha retrasada de intervención.  Aguante poco más después de la 2ª colonoscopia y aunque volví al trabajo estaba fatal, no dormía nada y estaba lábil y descentrada.  Mi última jornada de trabajo intente dejarlo todo al día, adelante lo que se podía los informes que me tocaban y me despedi de los pacientes. Esa tarde tuve visita con mi médico de cabecera y decidí pedir la baja aunque faltara algo más de una semana para la intervención. Mi doctora escucho lo que me pasaba y como estaba, acabe echándome a llorar y le conté el miedo que tenía de que aquello fuera peor de lo que parecía, en fin que acabo diciendome ¿tu eres psicóloga no?, como diciendo ya sabes lo que tienes que hacer, me dijo: expresa tus emociones, llora si lo necesitas, cuenta con tu familia y tus seres queridos. Salí de allí con la baja, su intento de explicarme que estaba en la fase inicial del cáncer y que aquello no tenía porque trascender más allá de la extirpación. También salí con pensando "joder, pues si que me ha visto mal" al recordar su consejo de llora si lo necesitas, pues sí, llore y sigo llorando mucho desde Mayo, he dejado de usar el corrector de ojeras porque día sí , día no acababa con la cara churretosa por las lágrimas y maquillaje.

jueves, 2 de febrero de 2012

Un cáncer de verdad

Total que a esperar a que me llamaran para la segunda colono, ya me daba menos apuro, total como me habían anestesiado en la 1ª no pase el maltrago que esperaba pasar.
Tardaron unos días en llamarme, yo cada vez estaba más nerviosa, empecé a tener insomnio y dormir fatal, cuando me llamaron me dieron fecha para al cabo de 2 semanas,  una semana antes de la fecha para la que me habían programado la intervención, pedí que me dieran otro laxante, también estaba malo pero solo había que beber 2 vasos, no 2 litros como el anterior, que había sido repugnante.
Seguí yendo a trabajar pero cada vez estaba menos centrada, ¿empeoraba de la diarrea o eran imaginaciones mías?, en ocasiones, cuando hacía las visitas con los pacientes o con sus familiares me sonaban las tripas de tal modo que pasaba apuro, algunos chavales hasta me lo decían, los papas eran más discretos y si se enteraban hacían como que no habían oído nada.
Tuve la visita con el cirujano y le dí la fecha de la 2ª colono, yo esperaba que me confirmara la fecha que ya me había adelantado, él me dijo que me tenían que retrasar la fecha, "que había llegado un cáncer de verdad", no supe si alegrarme de no tener un cáncer de verdad o no, lo que sí me ocurrió es que me descompuse un poco más, yo quería que me lo quitaran ya, estaba durmiendo fatal y no estaba nada centrada en el trabajo aunque  le quitaba importancia e intentaba dar impresión de normalidad.

martes, 31 de enero de 2012

El cirujano

El cirujano me vio esa misma tarde, me visitaría en el hospital la semana siguiente para programar la operación, ¿para cuanto tendré? pregunte yo pensando en el trabajo, unas 3 semanas me dijo él ¡Ja! ojala hubiera tenido razón.
Yo solo quería que me lo quitaran, ¿qué pintaba ese bulto en mi interior?, ¿qué podía implicar?, nada bueno, seguro, ¡que me lo quiten, que me lo quiten lo antes posible!, pensaba yo.
A la semana siguiente me visito de nuevo el cirujano, fue breve, me pidió que volviera al digestivo para marcarme el pólipo con tinta para poder verlo bien en la intervención que sería con laparoscopia. Me dio una visita más para confirmar la fecha que ya me había programado, la intervención no sería tan pronto como yo quería y aunque insistí me tranquilizo, esto no tiene importancia me dijo, tal vez en 1 año o 2 sí podría ser un tumor pero no había necesidad de correr tanto.
Me fui con mi fecha aproximada de intervención y un volante de nuevo a mi supermédico digestivo, el que decía que vaya favor me había hecho, a pedir que me hicieran otra colonoscopia. ¡Otra! para marcar el pólipo con tinta. Yo nunca me había hecho un tatuaje,  me iba a estrenar, lastima que no iba a poder lucirlo. Mi supermédico me pidió otra colono, me insistió en que les recordara en la clínica que tuvieran tinta (eso es como recordar al cirujano que lleve su bisturí) y tuvo el detalle de explicarme que el tumor (habíamos pasado de pólipo a tumor, algo que intuitivamente da mal rollo), era como un steak tartar, una bola de carne picada, que en la biopsia de la primera colono solo habían cogido 2 pequeñas muestras del exterior pero que no sabíamos que saldría cuando lo abrieran y lo analizaran completamente. ¡Que bonita metáfora¡, igual no como más steak tartar nunca más en mi vida.
Lo malo es que mi supermédico volvió a tener razón. Si ya lo decía él: "vaya favor que te he hecho".

lunes, 30 de enero de 2012

El informe

Espere ansiosa que llegara el día de recoger el informe, ¿resultados?, un poco de jerga médica, que yo ya intuí que no eran buenas noticias. Llame a mi hermana, "adenoma tubulovelloso con focos de displasia epitelial de alto grado", eso ¿que significa?, pues que estas en el inicio de un cáncer contesto.Ya no hacía falta esperar más, el siguiente día que mi médico visitaba me plante allí antes de que empezara, explique a los administrativos lo que pasaba y les dije que podía esperar toda la tarde, ya iba pertrechada con un buen libro, cuando él tuviera un hueco que me atendiera.
El médico me vio después de 2 o 3 pacientes, me advirtió que me estaba haciendo un favor atendiéndome fuera de cita y cuando vio el informe me dijo que que suerte había tenido con él.  Entendí lo que me quería decir. Seguramente que tuviera buen ojo clínico hizo que mi enfermedad saliera a la luz, pero lo sentí presuntuoso. Yo no les digo a mis pacientes "que suerte habéis tenido conmigo" cuando mejoran. El hombre si hubiera tenido una condecoración se la hubiera puesto en ese preciso instante. Me explico que él llevaba 30 años en la profesión  y que no podía decir que lo había visto todo pero sí casi todo.
 Bueno, ¿y mi pólipo qué?, "hay que quitarlo, con el tiempo puede ser un cáncer", ¿conoces algún cirujano?, ¿quien yo?, sí hombre me codeo con ellos cada día, como mucho conozco algunos psiquiatras y algún médico de cabecera. ¿Le iría bien un psiquiatra a mi pólipo?. Psiquiatra al pólipo: ¿y desde cuando te pasa?, desde que siento como me transformo en otro, contesta el pólipo, vaya, un pólipo con problemas de identidad...
Total, que yo, la afortunada de tener un médico con tanta experiencia salí de allí  con el nombre y la dirección de un cirujano, "además de competente es buena persona", bueno no se podía pedir más.

jueves, 26 de enero de 2012

Buenas noticias

A pesar de que doy un salto en el tiempo y me adelanto varios meses al desenlace de mi historia quiero contaros que ayer me dieron los resultados de las primeras pruebas que me han hecho despues de la quimio y ...!están todas bién!, con lo que la oncóloga me ha despedido hasta Abril, ¡que alivio y que peso me he quitado de encima!, bueno...Marc me corregiria y diría "nos hemos quitado", y tiene razón porque aunque soy yo la que padece el cáncer gracias a él y a la gente que me quiere este duro trago se ha hecho más llevadero. Estoy feliz con la noticia y encantada de compartirla con vosotros. Ahora...¡a disfrutar!.

Hablando de crisis

Hablando de crisis, crisis fué la mia cuando salí de allí, ¿un polipo?, encima en el informe se habían equivocado y en lugar de poner 4,5 cm pusieron 45 cm. ¿45 cm?, si mis hijos cuando nacieron tenían 50, ¿qué tengo dentro?, ¿un alien?, estaba muy alterada, intente ver al médico digestivo pero no estaba.
Me fuí a casa con Marc, llorando en el coche, con mi informe de 45 cm de pólipo. Suerte que cuando llame a mi hermana pequeña, que es médico de familia, me dijo tajantemente que se habían equivocado y que era imposible que tuviera algo de 45 cm dentro, dedujo (y dedujo bien) que eran 4,5.
Al día siguiente fuí a trabajar, intente explicar serena como me había ido y que me habían dicho, pero mi serenidad a partir de aquel día empezó a zozobrar.
¡ Contención, contención y contención !, decidí no ir al digestivo hasta que no tuviera el resultado de la biopsia, ¿para qué me iba a servir? e intente hacer vida normal mientras en mi mente bullían todo tipo de miedos: ¿qué leche hacía un pólipo en mi intestino?, ¿porqué estaba allí?, yo no tengo ningún antecedente de patología de colon y solo tengo 43 años, ¿qué significa que mide 4,5 cm?, eso es mayor que una pelota de pinpon, ¿desde  cuando estaba allí para poder hacerse tan grande?.

miércoles, 25 de enero de 2012

Más sobre la colonoscopia

Pase rápido a quirófano, el anestesista, el digestivo y los enfermeros fueron muy amables, me dieron conversación hasta que me dormí, suerte que la anestesia era general con lo cual no pase ningún apuro.
Me costo mucho despertar y cuando lo hice me acompañaron a una butaca para que acabara de reanimarme. Con la colono te meten aire por el culo, te hinchan el intestino para poder pasar el catéter, con el ven si hay algo que no debería estar ahí  e incluso si es pequeño lo extirpan. Cuando desperté mi intestino era como un globo, me dolía, me maree y me acompañaron de nuevo a la camilla. Eso no fue lo malo, lo malo fue que el médico, mientras estaba allí me dijo que tenía un pólipo, que era demasiado grande para poderlo sacar, que tenía aspecto envejecido y que eso tenía que quitármelo. "¡Joder!, vaya puta mierda". Me dio el informe mientras estaba acostada y cuando por fin me encontré bien, tolere líquidos y me quitaron la vía me fui.
En la sala había más pacientes despertando, recuerdo como una enfermera intentaba cogerle una vía a una paciente y no podía, cuando vino la anestesista le dijo que cómo iba a cogerle la vía si no había luz, encendió una de esas enormes lámparas de quirófano y le puso la vía a la paciente mientras la enfermera le explicaba que les habían dado la consigna de recortar gastos, de ahí que no encendiera la luz. Me solidarice mentalmente con aquella mujer que seguro que sintió un enorme alivio cuando la anestesista tomo las riendas y me sorprendí que a la hora de tolerar líquidos me dieran a escoger ¿zumo de piña o zumo de melocotón?, con aquello de los recortes me veía bebiendo agua del grifo, en fin, una anécdota más para la crisis.

lunes, 23 de enero de 2012

La colonoscopia

Esto fué un Jueves por la tarde, el viernes me llamaron para darme hora para la colonoscopia para el martes siguiente, en menos de 4 dias, ¡ahí estaba!, me quede fatal, no me lo quería creer, tenía que pedir el día porque aunque la colono era por la tarde, por la mañana tenía que hacer la preparación para la prueba. Esto de hacer la preparación para la prueba es una manera de decir que te vas a tomar 2 litros de un laxante repugnante que te va a tener toda la mañana cagandote de patas abajo, es ordinario decir esto, pero es la verdad.
No tuve más remedió que decirlo en el trabajo, no quería que nadie se enterara pero no iba a ir a trabajar el Martes y algo tenía que decir.
El Martes llevaba 3 días haciendo dieta, que es el protocolo de la preparación a lo del laxante repugnante, hice de tripas corazón y pase por el aro, me tome el laxante y espere que llegara la hora de ir a la clínica. Marc me acompañaba, él estaba jodido de una rodilla hacia semanas (ya entonces yo decía "que año tan malo", los niños se habían puesto malos varias veces y Marc tenía la pierna jodida. Pues el año fue a peor, a mucho peor)
Cuando esperabamos en la clínica la chica de admisiones me miro con cara de "ah!, es a tí a quien van a meter un tubo por el culo", me avergonzaba hablar de ello, nos encontramos al papa de un compañero de mi hijo, yo pensaba "que no pregunte qué hacemos aqui", deje que Marc le enseñara la rodilla e hiciera como que ibamos por él.
Vino la celadora, y me acompaño al quirofano, me desnude y me puse el pijama de perder la dignidad, ese que va abierto por detras y vas enseñando el culo y me pusieron una vía, odio las vías, vale que me pinchen, pero no me gusta tener un tubo enganchado al cuerpo. Cuando me ponen una vía, no muevo esa mano ni ese brazo, me da mal rollo, me siento atrapada.

viernes, 20 de enero de 2012

Ver las orejas al lobo

Así que después de Marzo, con los informes del tránsito volví al especialista, era "zorro viejo", el resultado era negativo, pero me volvió a preguntar por las cacas, ¡maldición!, yo no quería hablar de eso, sí, tenía diarreas pero se lo contaba con ligereza, para que el no le diera importancia, sí, a veces sangraba, ¡mierda! (y nunca mejor dicho) esto va peor, sí, tenía el peristaltismo super elevado, ¡ay, ay, ay la estoy cagando!.  El tío se puso alerta, yo lo veo, es como cuando yo exploro a un paciente, vas preguntando como si nada y de repente, ahí esta, un síntoma, el chico esta irritable o hace cosas raras, ahí es donde hay que insistir, se te enciende la alarma, "algo no va bien, tiremos del hilo a ver que encontramos". Bien, a él se le puso esa cara, yo lo veía, algo no iba bien, mi miedo a la colonoscopia que era la última prueba que faltaba, se activo. Pero la cosa no quedo ahí, me hizo un tacto rectal, yo al principio proteste, el  me dijo que podía negarme pero se lo tenía que dejar por escrito. Total,  ¿qué iba a hacer?, era humillante y desagradable pero... él era el  médico,  sabía lo que hacía, yo había ido por mi voluntad,  total que salí de allí toda alterada, ¿qué era eso de que un tío que no conoces de nada te metiera un dedo por el culo? y encima va y me hace un volante urgente!!!! para una colonoscopia porque según él "el tacto esta bien pero hay sangre en el guante". "Mierda, mierda, mierda!", yo solo pensaba en la colonoscopia, si que un tío te meta el dedo en el culo es humillante, que varios te metan un tubo ¿qué es?.
Si yo hubiera sabido  lo que venía detrás no me hubiera preocupado, aquello era insignificante comparado con lo que me esperaba los próximos meses. Y por lo visto, ya me va a ver el culo la mitad de la población para el resto de mi vida. 

jueves, 19 de enero de 2012

El comienzo

Hace menos de un año decidí ir a un médico digestivo, como Marc nos había hecho a todos de una mutua, fuí directamente al especialista, lo hice porque hace casi 10 años tengo una queilitis, siempre he tenido la piel de mala calidad, en realidad se llama atópica y hace 10 años que a rachas tenía una descamación en las comisuras de la boca. Como con el dermatólogo no lo había resuelto y con el homeópata, aunque al principio me había ido muy bien tampoco, decidi ir a un digestivo. No se me ocurrio sola, simplemente era lo que recomendaban en google, ya sabes, sabe más el diablo por google que por diablo...
Cuando fuí al digestivo yo tenía mi queilitis más o menos controlada, me parecía algo insignificante, pense que igual el médico me mandaba a freir esparragos, pero no, sin prisa pero sin pausa empezó a pedirme pruebas: una analítica de heces y de orina, un TAC abdominal, un tránsito,...todo salía negativo, a mi no me gustaba un pelo, temía que un día me pidiera una colonoscopia. Fuí haciendome las pruebas, de una que me anularon en Navidad cogí nueva hora en Marzo, porque me la podían hacer en sábado y no tendría que dar explicaciones en el trabajo.
Con el resultado de aquella prueba volví al especialista, lo malo era que durante esos meses había empezado a tener diarreas y puntualmente sangrar cuando iba al baño. En esos momentos pensaba que no era normal pero tiraba de la cadena y me olvidaba, siempre me ha dado mucho apuro hablar de estas cosas, no quería darle ninguna importancia, pensaba "es cosa de la dieta" e iba probando cambios en mi alimentación, pensaba "igual tengo hemorroides", porque las había tenido cuando nació mi hijo mayor. Pensaba de forma ligera y superficial, no quería darle importancia y sobretodo no quería hablar de ello con nadie, ni con el médico.

martes, 17 de enero de 2012

Intentando desinstalar

El otro día mi hermana y mi cuñado se peleaban con el ordenador para desinstalar el windows 7, por mucho que insistían el programa se resistía a desaparecer, cada vez que reiniciaban el ordenador allí estaba. En mi cabeza hay un windows 7, no puedo desinstalarlo, en cuanto intento dormir o mi sueño se interrumpe a lo largo de la noche, lo que me ocurre muchas, muchas noches, mi cabeza vuelve a todas estas malas experiencias, a la incredulidad de lo que me esta pasando, a lo que me queda por delante. No puedo desinstalarlo, asi que confio en que sacándolo fuera, dejando todas estas cosas en el papel, pueda al menos ocupar una parte menor de mi mente,digamos que una versión 1.2, algo asi como menos invasivo, que me permita volver a dormir como antes, a pierna suelta, por mucho que estuviera preocupada, los niños estuvieran malos o algo del trabajo no funcionara bien.

lunes, 16 de enero de 2012

Y hablando de antierótico...

Y hablando de antierótico ¿qué decir de las cicatrices que me quedaron después de la operación?, ¿y del bulto que tengo debajo de la clavícula?...porque me han puesto un porthacad, un chisme, del tamaño de una moneda, que te implantan debajo de la piel y por el que me enchufan la quimio cada 2 semanas. Parezco el protagonista de matriz, Neo, que comienza la película despertando enchufado por unos tubos a una máquina, yo también me tiro 48 horas cada 2 semanas enchufada a una máquina, me da mal rollo, ver el tubo que va clavado debajo de mi clavicula, intento no mirarlo.
Total que entre las bragas beis, por decir algo, en verdad son marrones, las cicatrices de la operación y el bulto debajo de la clavicula (con su correspondiente cicatriz también), me miro al espejo y todavía me sorprendo de ver mi cuerpo maltratado. Las cicatrices de la barriga no se ven, van casi escondidas debajo de las malditas bragas beis, la cicatriz y el bulto de debajo de la clavicula se ven mucho, además de gustarme las bragas de colores me gustan los vestidos de tirantes en verano, pero este verano no ha habido apenas vestidos de tirantes, ¿se han acabado los escotes?, me temo que sí, salvo que me ponga un pañuelo para disimular la cicatriz y el bulto, estoy consiguiendo una buena colección de pañuelos pero igualmente los luzco poco. Muchos días no me encuentro bien y no salgo de mi casa, para colmo todo este proceso, el diagnóstico de cáncer y la quimio empezó en Junio, justo antes de empezar el verano. bien pues para joderme un poco más la oncóloga me dijo que la quimio te fotosensibiliza y que no podía tomar el sol, así que apenas me he paseado y disfrutado del verano, apenas he podido ponerme mis vestidos de tirantes, 1º no me quedan bien, 2º no puedo salir con el sol, con lo que he tenido que renunciar no solo a las bragas de colores, sino a mi ropa preferida del verano. Pero eso no es todo, el cáncer implica renunciar a tantas cosas, tantas, que de noche, cuando lo cotidiano se va y me quedo sola con mis pensamientos no dejo de pensar en todas las malas experiencias que de Mayo de este año a este mes de Septiembre me han ocurrido.

domingo, 15 de enero de 2012

El cáncer y las bragas

Ya sé que es muy lamentable titular un texto "las bragas y el cáncer" pero es que desde que tengo cáncer solo me pongo bragas de algodón, blancas y beis,horrorosas. A mi me gustan las bragas de colores, las tengo lilas, verdes, naranjas, turquesas (son las que más me gustan), son de la marca UNNO, me quedan muy bien. Depende del día, de cómo me levante me apetece un color u otro, si me levanto con energía naranjas, si estoy con un tono discreto lila, si tengo ganas de arreglarme más o sentir esa sensación de "hoy me gusto" me las pongo turquesas, ¿cual es el problema?, direis. Ah!, que las bragas de colores son de licra. ¿y?, pues que con el cáncer y la quimio me han bajado tanto las defensas que he tenido hongos, sí, hongos en la boca, en la garganta, en los genitales, seguro que se pueden tener en más sitios, afortunadamente todavía no los he descubierto, cuando tienes hongos en los genitales o vaginitis tienes que llevar ropa de algodón y tienes que evitar la humedad (hasta el punto de usar un secador de pelo, no para el pelo precisamente), con lo que hala!, descartemos las bragas de colores y recurramos a las bragas abueliles, las de toda la vida, algunas las tengo desde el embarazo de mis hijos, son feas y tienen las gomas pasadas, pero me niego a gastarme 1 solo euro en comprarlas nuevas, son lamentables, son antieróticas, ¿a quien le le apetece acostarse con una mujer que lleva bragas beis, que le llegan  por encima del ombligo y que tienen las gomas pasadas?. Pienso aguantar con ellas hasta que acabe la quimio y luego volver a mis bragas de colores.