domingo, 19 de febrero de 2012

La noticia

Cada vez estaba mejor, dormía mejor, había perdido unos quilos, tomaba el sol, descansaba, leía y me ocupaba de mi familia, tenía muy buen aspecto (salvo la barriga, pero no se veía), me había comprado esmaltes de colores y llevaba las uñas pintadas. Alguna vez quedaba con alguna amiga y los niños para tomar un helado y me decía lo bien que se me veía, yo contestaba que me sentaba bien no hacer nada, estaba tan bien que había hablado con mi médica de cabecera de reincorporarme al trabajo.
Pero aunque todos queremos creer que controlamos nuestra vida y que a nosotros y a nuestros seres queridos nunca les va a pasar nada malo porque eso solo les pasa a los ancianos y a los desconocidos y yo era la primera en querer creerlo, me dí de bruces con la realidad una mañana en la que me llamaron del hospital para adelantarme para el día siguiente la visita con el cirujano. Yo me acojoné pero  intente esquivar la amenaza implicita, eso es que el cirujano en Julio se va de vacaciones pensé, y por eso me adelantan la visita. Le pregunte a la telefonista: oye, ¿por qué me adelantáis la visita?, ¿se va el dr. de vacaciones?. No, contesto, es que ya ha llegado la biopsia. "¡Mierda, esto no me gusta nada!, pero...¿ no era que yo estaba tan bien y todo estaba tan limpio?".
Así que al día siguiente fui a ver a mi cirujano, que me explico que me iban a llamar de oncología porque la biopsia había salido mal, eso sí, saco su lado optimista y me explico  que a pesar de todo aquello tenía muy buen pronóstico. Igualmente nos veríamos para principios de Julio como estaba programado. Fue todo un detalle que mi cirujano me avisara,podrían haberme llamado directamente de oncología para citarme pero tuvieron el tacto de no hacerlo y yo se lo agradezco.

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