viernes, 20 de enero de 2012

Ver las orejas al lobo

Así que después de Marzo, con los informes del tránsito volví al especialista, era "zorro viejo", el resultado era negativo, pero me volvió a preguntar por las cacas, ¡maldición!, yo no quería hablar de eso, sí, tenía diarreas pero se lo contaba con ligereza, para que el no le diera importancia, sí, a veces sangraba, ¡mierda! (y nunca mejor dicho) esto va peor, sí, tenía el peristaltismo super elevado, ¡ay, ay, ay la estoy cagando!.  El tío se puso alerta, yo lo veo, es como cuando yo exploro a un paciente, vas preguntando como si nada y de repente, ahí esta, un síntoma, el chico esta irritable o hace cosas raras, ahí es donde hay que insistir, se te enciende la alarma, "algo no va bien, tiremos del hilo a ver que encontramos". Bien, a él se le puso esa cara, yo lo veía, algo no iba bien, mi miedo a la colonoscopia que era la última prueba que faltaba, se activo. Pero la cosa no quedo ahí, me hizo un tacto rectal, yo al principio proteste, el  me dijo que podía negarme pero se lo tenía que dejar por escrito. Total,  ¿qué iba a hacer?, era humillante y desagradable pero... él era el  médico,  sabía lo que hacía, yo había ido por mi voluntad,  total que salí de allí toda alterada, ¿qué era eso de que un tío que no conoces de nada te metiera un dedo por el culo? y encima va y me hace un volante urgente!!!! para una colonoscopia porque según él "el tacto esta bien pero hay sangre en el guante". "Mierda, mierda, mierda!", yo solo pensaba en la colonoscopia, si que un tío te meta el dedo en el culo es humillante, que varios te metan un tubo ¿qué es?.
Si yo hubiera sabido  lo que venía detrás no me hubiera preocupado, aquello era insignificante comparado con lo que me esperaba los próximos meses. Y por lo visto, ya me va a ver el culo la mitad de la población para el resto de mi vida. 

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